Ana María Martínez Sagi, poeta, feminista, republicana, deportista...Ana María Martínez Sagi (1907-2000), pionera del feminismo, reportera de guerra, periodista comprometida, deportista capaz de grandes gestas y poeta estremecedora, es uno de esos muchos fantasmas, la mayoría mujeres, que pueblan nuestra memoria. Es como si su existencia hubiera sido borrada, sepultada por el paso del tiempo. En esa amnesia cultural generalizada, Juan Manuel de Prada es de los pocos, por no decir el único, que se ha esforzado por recuperarla. Y, en sus innumerables intentos por rescatarla del olvido, ha editado y prologado «La voz sola», una antología de su producción poética y periodística publicada por la Colección Obra Fundamental de la Fundación Banco de Santander.
Martínez Sagi fue campeona de España de lanzamiento de jabalina
Ana María Martínez Sagi, a finales de los años 40
INFINITVoldria ésser ocell per volar sempre,
somnio en la claror i en l’infinit;
m’atreu el blau del cel, els cims i els núvols.
¡Doneu-me, oh Déu, dues ales per fugir!
Dues ales de prodigi que m’allunyin
d’ací, on tot és obscur, trist i mesquí;
les vull blanques i grans, amples i fortes,
i fetes d’inquietud i de neguit.
Me n’aniré ben lluny. Allà on no vegi
cap rastre humà ni senti mai cap crit.
Seré amiga del vent, de les estrelles,
del sol, de la muntanya i dels abims.
Llavors tindran els ulls la refulgència
de dia lluminós del mes d’abril;
i el cor las i atuït, que ha viscut massa,
serà tan innocent com el d’un nin.
¡Doneu-me, oh Déu, dues ales poderoses,
em moro i em deleixo per fugir…!
(
D’Ací i d’Allà, número 143, noviembre de 1929)
«Quisiera ser pájaro para volar siempre, / sueño con la claridad y con el infinito; / me atraen el Azul del cielo, las cumbres y las nubes. / ¡Dame, oh Dios, dos alas para huir! // Dos alas de prodigio que me alejen / de aquí, donde todo es oscuro, triste y mezquino; / las quiero blancas y grandes, anchas y fuertes, / y hechas de inquietud y desasosiego. // Me marcharé lejos. Allí donde no vea / ningún rastro humano ni oiga ningún grito. / Seré amiga del viento, de las estrellas, / del sol, de la montaña y los abismos. // Entonces tendrán los ojos la refulgencia / de un día luminoso del mes de abril; / y el corazón infeliz y abatido, que ha vivido demasiado, / será tan inocente como el de un niño. // ¡Dame, oh Dios, dos alas poderosas, / que me muero y ardo en deseos de huir...!».ESTIUSortí al portal de la masia. El sol
arborava els pallers i el blat de l’era.
Ni un alè d’aire. Calor i pols i el cant
tossut de les cigales cridaneres.
Amb la mà fent pantalla es tapà els ulls
—brunzien unes mosques vironeres—,
fixà l’esguard en la blavor del cel
i en el verd tendre de les mongeteres.
Vora el pou enrunat dormia el gos pelut.
La vaca mig tancava les parpelles.
Un ninyó camallarg, golafre i embrunit
brandava àvidament una perera.
Entre marges de pols i gatoses roents,
es perdia molt lluny, la carretera...
(Portantveu del Club Femení i d’Esports, número xxvi, julio de 1932)
Con este soneto sui generis, Ana María Martínez Sagi obtuvo en 1932 el Premio Joaquim Cabot, convocado por el Club Femení i d’Esports. Traducción: «Salió al portal de la masía. El sol / incendiaba los pajares y el trigo de la era. / Ni un soplo de aire. Calor y polvo y el canto / tozudo de las cigarras chillonas. // Haciendo pantalla con la mano se cubrió los ojos; / —zumbaban unas moscardas— / fijó la mirada en el azul del cielo / y en el verde tierno de las plantas de las judías. // Junto al pozo derruido dormía un perro peludo. / La vaca entrecerraba los párpados. / Un chico larguirucho, glotón y atezado // sacudía ávidamente un peral. / Entre márgenes de polvo y aulagas candentes / se perdía, muy lejos, la carretera...».Ana María Martínez Sagi, la pionera del feminismo que fue repudiada por su familia por amar a otra mujerLa Colección Obra Fundamental de la Fundación Banco Santander recupera en una antología su producción poética y periodística de la mano del escritor Juan Manuel de Prada, quien más ha hecho por que esta gran mujer no sea olvidada